Entérate qué hay de cierto sobre la llamada vagina de invierno y si tiene algo qué ver como causa de infecciones vaginales como la candidiasis.
El término como tal, “vagina de invierno”, se trata de un mito y mal entendimiento de la resequedad vaginal, y el cómo algunas personas consideran que, si la piel del cuerpo está más seca, la vagina lo estará también, pero si este llegara a ser el caso, créenos, no es por efectos de la estación más fría del año.
Aunque, hay aún ideas encontradas entre los expertos, no es precisamente la vagina de invierno la causa de infecciones como la candidiasis vaginal, la vaginosis bacteriana o las infecciones urinarias.
El servicio nacional de salud de Gran Bretaña indica que la resequedad vaginal es causada por una caída en los niveles de estrógeno, algo muy similar a lo que sucede durante la menopausia; por lo que no hay un punto en común que indique que es el clima el causante. En conclusión: no hay pruebas de que esto sea real.
Las estaciones y las infecciones vaginales
Es cierto que, por ejemplo, el verano está más relacionado con una alza en casos de candidiasis vaginal, pero esto es porque el calor incrementa el sudor en tu zona íntima, y el exceso de humedad altera los niveles del hongo conocido como Candida albicans, y entonces comienzas a presentar los síntomas de la infección vaginal.
Por su parte, el invierno está más relacionado con las infecciones urinarias, que, si bien no son vaginales, tienen sintomatología similar a la candidiasis vaginal, sobre todo cuando hablamos del ardor al orinar.
Y la razón de que esto suceda también es sencilla, el frío suele afectar al sistema inmune y también se nos antoja menos tomar agua, así que, las probabilidades de una infección urinaria, son mayores.
¿Cómo se protege la vagina en invierno?
Nuestro cuerpo es increíble, y la vagina no se queda atrás, con el simple hecho de que el flujo vaginal sea la forma en la que este órgano se mantenga limpio y sano, nos dice mucho sobre su anatomía y su funcionamiento.
De acuerdo con la ginecóloga canadiense experta Jen Gunter, “La vagina mantiene una temperatura constante porque está dentro de tu cuerpo y la temperatura del cuerpo humano solo aumenta con la temperatura exterior cuando alguien sufre un golpe de calor”.
No te dejes llevar por los mitos acerca de la llamada “vagina de invierno”, ni pretendas mantenerla húmeda con duchas vaginales u otros métodos, que lejos de ayudarte, podrían ser los causantes de una candidiasis vaginal.
Abrígate y come sanamente, toma muchos líquidos y deja a tu vagina que haga lo suyo.
Si llegaras a notar síntomas característicos de la candidiasis vaginal, como comezón en tu zona íntima, enrojecimiento, flujo blanquecino, espeso y grumoso, sin olor y sufres de ardor al orinar o tener relaciones sexuales, ahora existen tratamientos efectivos y accesibles con activos antimicóticos con los que sentirás alivio desde las primeras aplicaciones. Para consultar más información sobre este tipo de tratamientos, haz clic aquí.
Consulta a tu médico.
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