Entérate de qué se trata este padecimiento que puede ser causado por infecciones de transmisión sexual
¿Recién te percataste de una bolita en tus genitales, específicamente en la vulva? Te asusta, porque días antes habías tenido molestias, como si uno de tus labios vaginales mayores estuviera hinchado y te dolía cuando lo tocabas. Y ahora, ¡ya tiene el tamaño de un chícharo!
Antes que nada, ¡tranqui!, este tipo de abscesos en los genitales femeninos son una de las causas más frecuentes de consulta en urgencias ginecológicas y se trata de la bartolinitis. ¿Te ha pasado?
¿Qué es la bartolinitis?
Primero, es importante que sepas que en tus labios vaginales tienes glándulas importantes como las llamadas glándulas de Bartholino, nombradas así en honor a Caspar Bartholino, un anatomista holandés que las describió en 1677.
Estas estructuras están situadas a ambos lados de la entrada de la vagina, entre la pared genital y los labios menores y son responsables de la humedad vaginal, ya que tienen como función segregar un fluido que ayuda a la lubricación, que además facilita las relaciones sexuales.
En condiciones normales, estas glándulas pasan completamente desapercibidas, pues no se observan a simple vista, salvo cuando se hallan inflamadas por este tipo de proceso obstructivo, llamado bartolinitis.
Esto ocurre cuando el orificio de drenaje de la glándula se cierra, lo que origina un aumento de su volumen debido al líquido retenido que afecta las zonas adyacentes al no poder drenar con facilidad.
¿Qué la causa?
La bartolinitis es causada, en la mayoría de los casos, por alguna infección de transmisión sexual (ITS) como la gonorrea y la clamidiasis (Chlamydia trachomatis). Menos frecuentemente, es provocada por estreptococo y Escherichia coli. Ello debido a la práctica de relaciones sexuales sin preservativo.
¿De qué manera me puede afectar la bartolinitis?
La infección aguda de las glándulas de Bartolino es muy aparatosa. Se acompaña de dolor, que incluso puede llegar a impedir caminar con normalidad; en la vulva se aprecia un labio mayor abultado y enrojecido, y con frecuencia se ve salir una gota de pus por el conducto excretor de la glándula.
En las primeras etapas de desarrollo de la infección, el absceso es doloroso al tacto y se siente muy caliente e hinchado. Sin un tratamiento oportuno, ni adecuado, tiende a inflamarse demasiado creando un saco de pus y dolor más intenso.
En esta fase aguda de la bartholinitis, además, puede llegar a producir fiebre e incluso desmayos por el intenso dolor; toda la vulva se convierte en un foco doloroso que se agrava al caminar, sentarse o incluso al estar acostada.
Tanto el movimiento como el reposo pueden agravar los síntomas, por lo que, en muchos casos, si no se trata en sus inicios, para aliviar las molestias, el cirujano tiene que realizar una ligera incisión que permita el drenaje del saco de pus para evitar mayores complicaciones, esta cirugía es llamada marsupialización.
¿Cómo se puede tratar este padecimiento?
El tratamiento más habitual para la bartolinitis es a base de antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos que deben ser recetados por el médico. Asimismo, se recomienda hacerse fomentos calientes para facilitar el drenaje espontáneo del absceso y la desinflamación.
Sin embargo, si los síntomas no ceden y el dolor es insoportable, se procede a la marsupialización, aunque para ello el médico deberá descartar que se trate de algún tipo de quiste o tumor, relacionado con otra enfermedad. También existe la alternativa de extirpar la glándula por completo, pero no es recomendable.
No obstante, en los casos en que, efectivamente, se extirpan las glándulas de Bartholino la paciente no nota ninguna diferencia en la humedad natural de los genitales externos ni va a sentir resequedad durante el acto sexual.
Consulta a tu médico de inmediato si observas cualquier anomalía en tus genitales.
Consulta a tu médico.
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