Sequedad vaginal, ¿riesgo de infecciones vaginales?

Checa cómo resequedad vaginal puede afectar la salud de tu zona íntima, e incluso puedes llegar a confundirla con una infección vaginal como la candidiasis

Generalmente, las paredes interiores de la vagina se mantienen lubricadas al estar cubiertas con una capa delgada de líquido transparente que ayuda a mantener la salud de esa zona; sin embargo, existen diferentes factores que pueden resecar el área y provocar varios problemas, entre ellos, infecciones vaginales.

¿Qué es la sequedad o resequedad vaginal?

Esta condición se caracteriza por la disminución de los fluidos generados en la zona íntima femenina, tanto en su interior en la vagina, como en el exterior en área de la vulva. Dichos fluidos contribuyen a que haya una adecuada lubricación para un funcionamiento óptimo.

Causas que pueden resecar la vagina

La falta o disminución de la lubricación vaginal puede deberse a diferentes factores y de ello depende que sea esporádica o que se sufra de forma permanente. Entre las causas comunes se encuentran: 

• Bajos niveles de estrógenos. Esta suele ser la causa orgánica más habitual de sequedad vaginal. La disminución de producción de estrógenos ocurre, por ejemplo, durante la menstruación, embarazo, lactancia y en la menopausia.

• Embarazo y lactancia. En estos periodos también la producción de estrógenos disminuye y dado de los niveles de estrógenos influyen en la hidratación vaginal, su lubricación se verá afectada. Sin embargo, una vez que pasan y los niveles hormonales se normalizan, el problema de resequedad vaginal desaparece.
• Menopausia. Debido a que los ovarios dejan de funcionar en esta etapa, hay una producción de estrógenos mucho menor, provocando que las paredes vaginales se adelgacen y pierdan elasticidad. Asimismo, se ve disminuida la flora vaginal, alterando el pH vaginal y las glándulas vaginales se contraen disminuyendo la lubricación vaginal, por lo que propicia sequedad en la zona íntima.
• Diabetes. En mujeres diabéticas que no llevan un control adecuado de sus niveles de glucosa en sangre pueden presentarse alteraciones en la lubricación vaginal.
• Estrés. Pasar por situaciones estresantes de forma constante aumenta los niveles cortisol en la sangre, lo que altera el equilibrio de secreción de hormonas sexuales, como los estrógenos, situación que puede afectar la lubricación vaginal.
• Fumar y tomar alcohol también puede interferir en las funciones estrogénicas y disminuir la lubricación vaginal, provocando que se sienta seca la vagina.
• Uso excesivo de duchas vaginales, jabones, lociones íntimos. En ocasiones, la sequedad vaginal puede ser ocasionada por una higiene íntima excesiva, que incluye irrigar el interior de la vagina a fin de limpiarla, así como el uso en exceso de productos íntimos, que suelen contener ingredientes agresivos y perfumados.

La sequedad vaginal y su relación con las infecciones vaginales

Este problema puede ser un riesgo para sufrir alguna infección vaginal debido a la propia falta o disminución de lubricación vaginal, pues esto puede alterar el pH vaginal y el sistema de defensas de la vagina, así como hacer más vulnerable sus tejidos, ante hongos, bacterias y virus.

Asimismo, síntomas de resequedad vaginal como son picor, escozor o sensación de quemazón en la vagina, tirantez, inflamación en la zona íntima, dolor o dificultad en las relaciones sexuales, pueden confundirse con síntomas de una infección por hongos vaginales, ya que son similares, con excepción de que en la candidiasis vaginal, también hay flujo blanco, espeso y sin olor, para lo cual ya existen tratamientos efectivos al alcance de todas, que puedes consultar AQUÍ.

Para tratar la sequedad o resequedad de la zona íntima existen lubricantes a base de agua y otros, incluso con ácido hialurónico, para mantener lubricada la zona y en su caso para facilitar las relaciones sexuales. Así como también hay productos para la higiene íntima suaves, con ingredientes como ácido láctico y agua micelar, que mantienen un equilibrio en su pH y previenen irritaciones.

Consulta a tu médico si presentas este problema y como parte de tu check up de rutina para prevenir complicaciones.